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Buscando una clínica

Buscar una clínica de fertilidad, donde hagan tratamientos de reproducción asistida, es algo que antes de empezar con todo esto nunca me había planteado que terminaría haciendo.

Las clínicas de fertilidad son como una mezcla de centros médicos y supermercados. Por un lado, tienen equipos médicos cualificados (supongo que en la mayoría de casos) y tratan a pacientes como pacientes (es decir, gente que tiene algún tipo de problema médico y que necesita ayuda). Por otro lado, todos estos servicios médicos son de pago (y cuando digo de pago quiero decir muy de pago, porque muchos de los tratamientos tienen precios que mucha gente no se podría permitir).

En la mayoría de estas clínicas se puede ir a una visita de introducción, en la que evalúan tu caso y te cuentan cuáles son sus servicios y cómo te sugerirían continuar. En algunas clínicas esta visita es gratuita y en otras es de pago.

A continuación voy a explicar nuestra experiencia visitando estas clínicas. Pongo los nombres porque, honestamente, creo que esta información nos habría servido cuando nosotros estuvimos tratando de encontrar un centro. No pretendo con esto ni difamar, ni pretender que tengo la verdad absoluta sobre las cosas: es mi opinión individual.

Fertilab

Nuestro primer contacto con las clínicas de fertilidad fue con Fertilab, y la verdad es que fue una experiencia chocante, por no decir que rozó el absurdo. Después de algunas dificultades para encontrar físicamente el centro (en serio, ni la dirección está clara en Fertilab) y esperar sobre una hora y media en la sala de espera (tenían un acuario y una TV con un canal de estos que emiten programas tipo «megaconstrucciones», al menos hay que decir que era entretenido) nos atendió una mujer que creo que es la responsable del centro. Estuvo revisando nuestras pruebas y nos dijo que podíamos escoger si queríamos hacernos una Inseminación Artificial (IA) o una Fecundación In-Vitro (FIV), lo que quisiéramos. Le hicimos varias preguntas, como por ejemplo cuáles son los ratios de éxito en el centro, a lo que la mujer nos respondió que eso no era importante, y que las estadísticas no nos interesaban. Ante la pregunta sobre cómo se hacía el proceso de selección de los mejores espermatozoides para cualquiera de los tratamientos, la mujer nos contó que se les hace pasar por un proceso que «es como una gimcana«. Ante tanta falta de seriedad, salimos de ahí asustados y con la esperanza que no todos los centros fuesen iguales.

BarcelonaIVF

En BarcelonaIVF la experiencia con la primera visita fue mejor. De nuevo, revisaron nuestro caso y nos dijeron que podíamos escoger entre IA y FIV; además nos mostraron unas cartulinas con unos dibujos muy educativos sobre cómo se lleva a cabo la fecundación humana, desde un punto de vista microscópico, es decir, de óvulos y espermatozoides. Sin duda el trato fue mejor que en Fertilab, aunque nos quedaron dudas sobre si realmente daba lo mismo escoger un tratamiento u otro, y qué posibilidades teníamos.

CIRH

En CIRH la primera visita fue aún más informativa que en los casos anteriores. Fue el primero de los centros en el que nos sentimos un poco pacientes y no tanto una especie de cerditos con el símbolo del dólar marcado a fuego en el lomo. A Padme le hicieron una ecografía para comprobar su reserva ovárica, que determinaron que era buena, y, de nuevo, nos ofrecieron la posibilidad de empezar un tratamiento de IA o de FIV, en este caso proporcionándonos datos de tasas de éxito de uno y otro tratamiento (aunque no recuerdo los datos en el caso de CIRH, siempre es superior en el caso de FIV que de IA), y nos explicaron con detalle el proceso que ellos siguen para las FIV. Sin duda la atención en CIRH nos gustó, aunque lo descartamos (o dejamos aparcado) porque ellos no trabajan con nuestra mútua y esto nos habría encarecido todo el proceso.

Institut Marquès

En Institut Marquès creo que directamente han perdido el norte y se creen que más que una clínica de fertilidad son una mezcla de una tienda de Nespresso en la que atiende el mismísimo George Clooney con un concesionario de Lexus. Nos hicieron esperar en dos salas de espera distintas en las que disponíamos de agua, café, iPads para jugar y leer noticias, y un suave y agradable aroma a ambientador. Tantos elementos que uno empieza a pensar que en realidad pretenden transmitir un cierto status social que posteriormente justifique los precios del centro. El trato de la doctora que nos atendió no nos gustó (otro caso de ausencia total de datos objetivos o de revelar datos de tasas de éxito del centro), aunque sirvió para autorizar un cariotipo para Padme (más adelante os cuento sobre esto).

IVI

IVI es uno de los centros con mayor prestigio en España y fuimos a la primera visita informativa conocedores de ese hecho. Tengo que decir que ellos no han trabajado tanto el concepto de sala de espera como Institut Marquès; en IVI parecía que estuviéramos en la cola de la tienda de pollos del barrio (puede que la tienda de pollos es incluso más elegante y agradable). La visita no obstante fue de nuevo positiva y una de las pocas que nos hicieron sentir más como pacientes que como clientes. A Padme le hicieron una ecografía en la que descubrieron que le detectaron que tenía el útero subsepto, es decir, con un pequeño tabique que potencialmente podría ser problemático. Todavía nos sorprendemos que nadie lo había detectado antes, aunque aparentemente la alteración era tan leve que para muchos ginecólogos no es patológica y no merece la pena ni mencionarlo. Lo que no nos gustó tanto es que el médico, habiendo visto la alteración en la ecografía, ya nos dijo que Padme tenía que buscarse un médico para que le hiciese una operación correctiva antes de empezar cualquier tratamiento (nos dio la dirección de un médico amigo suyo). Le pregunté al médico si no sería conveniente hacer alguna medida más objetiva de la alteración del útero de Padme, y no tomar la decisión solo basado en lo que él veía en la ecografía (especialmente dado el caso que nadie antes lo había mencionado), y me dijo que no. La verdad que por un lado estuvo bien que lo encontraron, pero por otro me pareció ver un poco de negligencia al no querer ni tan siquiera medir el tamaño del septo que se tenía que corregir.

Dexeus

De Dexeus puedo hablar bien porque es el centro que finalmente elegimos y donde de momento seguimos con los tratamientos. Nos atendió el mismísimo Dr. Coroleu, que es el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad. El doctor le hizo una ecografía a Padme en la que también detectó el útero subsepto, y nos prescribió hacer otra ecografía más detallada en la que se pudiese medir el tamaño del septo. Nos dijo que eso podría ser un problema potencial, pero no nos recomendó hacer directamente la operación correctiva. También nos indicó que a priori éramos aptos para empezar con un tratamiento de Inseminación Artificial, y que para ello necesitaríamos algunas pruebas médicas previas, incluyendo nuestros cariotipos. Nos gustó el trato recibido y además Dexeus trabaja con nuestra mútua, por lo que decidimos seguir con ellos este largo y duro proceso.

Así, con una clínica escogida, ya estábamos encarrilados para acercarnos a lo que sería nuestro primer tratamiento de fertilidad, que os contaré más adelante.

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